Analistas de accidentes: buscando huellas para saber lo ocurrido
Cada accidente de tráfico grave deja tras de sí una serie de huellas, algunas visibles y otras más difíciles de detectar, que cuentan la historia de lo sucedido. Interpretarlas es la misión de los analistas de accidentes de DEKRA. Pero, ¿cómo trabajan estos expertos en el lugar del siniestro? ¿Qué herramientas utilizan para reconstruir los hechos? Nos adentramos en el trabajo de esta división especializada.
La escena del accidente: el punto de partida para reconstruir la verdad
En DEKRA, cada análisis de accidentes comienza con una premisa clara: cada escena es única y efímera. Es fundamental recopilar todas las evidencias lo antes posible, ya que estas servirán de base para determinar las causas del siniestro y establecer responsabilidades.
Como lo explica Peter Rücker, jefe del área de Análisis de Accidentes e Investigación de Accidentes en DEKRA Automóvil, “un analista llega a la escena como un espectador que entra al cine cuando ya están pasando los créditos y debe imaginar cómo fue la película”. Las posiciones finales de los vehículos, el estado del pavimento, la iluminación o el clima son como los últimos fotogramas de esa historia.
¿Qué buscan los analistas de accidentes?
Los analistas recopilan pruebas forenses detalladas: fotografías, vídeos, marcas de impacto, esparcimiento de fragmentos, líquidos derramados, daños en vehículos, señales de impacto en árboles o barreras de seguridad. Sin embargo, en muchos casos –especialmente en accidentes con peatones o ciclistas– las huellas físicas son mínimas o inexistentes.
Aquí, el cuerpo humano puede convertirse en fuente de información clave: fracturas óseas, por ejemplo, revelan la dirección del impacto y la fuerza implicada. Esta información es vital para entender cómo ocurrió el accidente y poder emitir un
informe técnico preciso
que será utilizado por tribunales, aseguradoras o fiscalías.
¿Los coches modernos ayudan a entender los accidentes?
Sí, pero con matices. Desde julio de 2024, todos los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos deben incluir un registrador de datos de eventos (EDR). Este dispositivo graba información como velocidad, ángulo del volante, frenadas o aceleraciones justo antes y durante una colisión.
No obstante, según Rücker, estos datos no siempre son fiables, especialmente en choques con peatones o ciclistas. Si el impacto no provoca una deceleración suficiente, el dispositivo no guarda los datos, lo que limita su utilidad en ciertos contextos.
Cuando faltan pruebas, entra la simulación
En los casos en los que las huellas no bastan, los analistas recrean el accidente. Esto puede hacerse mediante simulaciones digitales o incluso con pruebas físicas en el centro de ensayos de choque de DEKRA. Utilizan vehículos, maniquíes y distintos escenarios para comprobar hipótesis y lograr una correlación realista entre el siniestro real y el experimento.
Aquí entra en juego la creatividad y la mente forense del experto: interpretar correctamente las pruebas, relacionarlas entre sí y apoyarse en bases de datos, como la extensa colección de casos y test previos de DEKRA.
La tecnología 3D revoluciona el análisis de accidentes
Uno de los avances más potentes es el uso de fotogrametría 3D. Mediante drones o cámaras especiales, los analistas capturan imágenes que se transforman en modelos tridimensionales de alta precisión. Estos modelos permiten simular el accidente una y otra vez con distintas variables, hasta lograr una representación fiel de lo ocurrido.
Además, estas visualizaciones ayudan a que jueces, abogados o aseguradoras comprendan de forma clara cómo se produjo el accidente, mejorando la comunicación de resultados en contextos legales.
La importancia del análisis forense en accidentes de tráfico
El trabajo de los analistas de accidentes va mucho más allá de observar restos en la carretera. Se trata de una disciplina rigurosa, con base científica, que combina observación, tecnología y experiencia para reconstruir la historia que cada siniestro quiere contar. Gracias a herramientas como la simulación 3D, la investigación forense o los datos registrados por los vehículos, hoy es posible ofrecer respuestas claras a preguntas complejas y, con ello, contribuir a una movilidad más segura en nuestras carreteras.