Sistema de registro de datos de accidentes: la caja negra de los vehículos

06 mar 2024 Vehículo y Tecnología / Seguridad en carretera / Accidentes

La caja negra de los coches será obligatoria a mediados de 2024

Hace unos 70 años se inventó el registrador de datos de vuelo para aviones. El Event Data Recorder (EDR), dispositivo de registro de datos de accidentes para vehículos, será obligatorio en la UE a mediados de 2024. A pesar de las diferencias tecnológicas, ambos contribuyen a mejorar el análisis de los accidentes.

Al principio, la idea de David Warren contó con escasa aprobación de sus superiores. Warren, ingeniero de un laboratorio de investigación aeronáutica del Departamento de Defensa australiano, se dedicaba en un principio a desarrollar depósitos de combustible. Sin embargo, tras formar parte de una comisión que investigaba dos accidentes aéreos, ideó una solución que permitiría grabar las conversaciones en la cabina, con el objetivo de determinar con fiabilidad las causas de los accidentes. Esto ocurría en 1954. El posterior jefe del ingeniero acabó por complacer la idea de Warren y le permitió desarrollar un prototipo del registrador de datos de vuelo, que luego llamó la atención de la Autoridad de Aviación Civil británica.

El éxito de la "caja negra”

Aquello marcó el gran avance del registrador de datos de vuelo, también conocido como caja negra. En 1963, Australia se convirtió en el primer país en introducir obligatoriamente grabadoras de datos y voz en todos los aviones. Otros países no tardaron en seguir su ejemplo. Hoy en día, la caja negra, que en realidad es roja o naranja, es un elemento estándar, y ha ayudado a esclarecer el fondo de muchos accidentes. Generalmente se considera a Warren el inventor de la caja negra, aunque hubo desarrollos similares en varios países durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

La caja negra de coches será obligatorio a partir de julio de 2024

El equivalente automovilístico del registrador de datos de vuelo será obligatorio en todos los coches nuevos matriculados en la UE a partir de julio de 2024. Oficialmente, esta caja negra se denomina Registrador de Datos de Sucesos (EDR). No tiene que soportar las enormes fuerzas de un accidente aéreo y no graba conversaciones, como ocurre en la cabina del piloto. Un avión es un medio de transporte público, que está sujeto a un marco de protección de datos totalmente distinto al de un vehículo privado. Aun así, los dos dispositivos son similares en un aspecto: los datos registrados permiten reconstruir los accidentes con mayor fiabilidad.
El EDR registra continuamente los datos relevantes, pero sólo los almacena permanentemente cuando detecta un cambio de dirección longitudinal o lateral de más de ocho kilómetros por hora en un plazo de 150 milisegundos. Sin esta señal de activación, los datos registrados se sobrescribirán repetidamente.
El dispositivo guarda datos sobre la progresión longitudinal y lateral de la velocidad, la posición del pedal del acelerador y del freno, el régimen del motor, el ángulo de giro de la dirección, así como información sobre el sistema antibloqueo de frenos y el control de estabilidad. También registra si los pasajeros llevan puestos los cinturones de seguridad, así como la activación de los tensores de los cinturones y los airbags. El EDR suele estar integrado en la unidad de control del airbag, ya que es ahí donde se recoge gran parte de la información necesaria. Los datos almacenados no pueden extraerse de forma inalámbrica, sino sólo a través de una interfaz física de mantenimiento.

La investigación europea de accidentes se basa en datos de análisis de accidentes

Datos como los que proporciona el EDR no son un terreno nuevo para la investigación de accidentes en Europa. "Ya se recogían en los vehículos, pero no existía un marco técnico y jurídico normalizado para su almacenamiento y evaluación", afirma Peter Rücker, Jefe de Análisis de Accidentes e Investigación de Accidentes de DEKRA. "Sin embargo, llevamos varios años utilizando esos datos para analizar accidentes complejos o controvertidos, si contamos con el consentimiento del propietario o con una orden judicial". Para acceder a los datos, Rücker y su equipo han tenido que contar a menudo con la colaboración del fabricante del vehículo afectado.
"Los datos EDR podrían resultar ser la pieza que falta en el rompecabezas" Peter Rücker, director de Análisis de Accidentes e Investigación de Accidentes de DEKRA
"Se podría pensar que en el futuro los expertos se limitarán a leer el EDR para analizar un accidente", dice Rücker. "Pero eso es un concepto erróneo, porque por supuesto un EDR sólo proporciona datos, no evaluación ni interpretación. También es importante saber dónde y cómo se miden los datos". Si, por ejemplo, la rueda de un vehículo gira libremente en el aire, los datos de velocidad tomados al volante sirven de poco. Los datos del EDR también deben tratarse con precaución si un vehículo derrapa en ángulo recto respecto al sentido de la marcha. "Por eso vemos los datos EDR como un pilar más para apoyar los métodos de análisis probados, ni más ni menos", afirma Rücker.

Arrojar luz sobre las colisiones múltiples

Un escenario en el que se espera que los datos del EDR aporten más claridad son las colisiones por alcance en las que se ven implicados varios vehículos en autopistas. "En las colisiones múltiples, la determinación de la culpa siempre gira en torno a cuándo y dónde se detuvieron los vehículos", explica Rücker. "Los datos EDR podrían resultar ser la pieza que falta en el rompecabezas".
Por cierto, la UE no es la única que ha introducido el EDR. En las dos últimas décadas, otros países han introducido sistemas similares, aunque con marcos jurídicos diferentes. Entre ellos figuran Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y, más recientemente, China. También existe una directriz de la ONU que persigue la armonización mundial de los EDR.
La caja negra de los coches podría extenderse tan rápidamente como lo hizo en su día el registrador de datos de vuelo, a pesar del escepticismo que siempre ha prevalecido en Europa en relación con la privacidad. Por cierto, la gente tenía preocupaciones similares sobre el registrador de datos de vuelo. La Federación Australiana de Pilotos Aéreos, por ejemplo, calificó el prototipo presentado por Warren de "espía a bordo". Ningún avión despegará en Australia si "el Gran Hermano está escuchando".